El principio básico de esta tecnología de desalcoholización es la separación por presión de la mezcla de agua/alcohol de la bebida alcohólica a través de la membrana semipermeable. La cantidad de alcohol restante en el producto final puede controlarse con gran flexibilidad y será igual o menor a 0,5 % vol. de alcohol. Este proceso tiene lugar a bajas temperaturas, por lo que no se producen sabores desagradables relacionados con el calor. Elegir el tamaño de poro correcto también previene la pérdida de las valiosas sustancias aromáticas. El tratamiento del producto tiene lugar dentro de un sistema cerrado, por lo que no produce captación de oxígeno. Este proceso se caracteriza por un consumo energético reducido.

En el primer paso, la fase de concentración, la mezcla de agua y alcohol se separa del producto, de manera que el volumen del producto se reduce entre un 30 y un 50 %. El segundo paso provoca una reducción posterior del contenido de alcohol a causa del lavado del producto restante con agua desgasificada. El contenido final de alcohol y el volumen final de producto desalcoholizado se determinan mediante la adición de agua desalcoholizada en el tercer paso (fase de redisolución).

Los bastidores estandarizados de desalcoholización por membrana están disponibles para lotes de producción diaria de 8-100 hl.

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